se refiere a la capacidad de interactuar de forma hábil y reflexiva con la información digital dentro de nuestra sociedad impulsada por la tecnología. Implica la habilidad para evaluar, navegar y aplicar contenidos digitales en diversas plataformas y dispositivos. En esencia, la alfabetización digital amplía los conceptos fundamentales de la alfabetización informacional convencional para adaptarlos al entorno digital. La alfabetización digital va más allá del mero manejo del ordenador. Para lograr la alfabetización digital, los individuos deben cultivar una serie de competencias. Deben emplear hábilmente la tecnología para buscar y generar contenidos, resolver problemas y fomentar la innovación.
La conexión y la comunicación eficaces en línea, junto con la capacidad de aprender, colaborar con los compañeros y explorar y difundir nueva información, son componentes esenciales. Además, al participar en estas actividades, los alumnos también deben ser capaces de identificar los riesgos, mantener la seguridad en línea, salvaguardar su salud física y emocional y mostrar una conducta positiva en línea.
La comunicación eficaz en línea es una habilidad digital vital indispensable tanto en entornos profesionales como a lo largo de los estudios universitarios. En medio de la pandemia de COVID-19, la colaboración en línea sin fisuras para tutorías, talleres y proyectos se hizo imperativa. Dominar la capacidad de interactuar en línea de manera eficiente y con la debida atención a la seguridad y el respeto es crucial en el panorama digital actual. Los métodos de comunicación en línea varían:
Plataformas como el correo electrónico, los foros de debate, los mensajes de texto y los servicios de chat.
Reuniones y conferencias en línea, uso compartido de pantallas y aplicaciones, mundos virtuales y plataformas de juego.
Engloba una amplia gama de tipos de medios, como texto, imágenes y vídeo.
Cada método conlleva su propio nivel de formalidad, lo que exige cautela en el lenguaje empleado.
Las plataformas digitales desempeñan un papel fundamental en la vida moderna, ya que sirven como marcos electrónicos que reúnen a diversas personas y tecnologías, incluidos alumnos, padres y profesores. Incluso antes del inicio de COVID-19, muchos educadores habían integrado plataformas en sus aulas. Algunos ejemplos son SeeSaw para la gestión del aprendizaje, Classroom Dojo para la gestión del comportamiento y TurnItIn para mantener la integridad académica. Prácticamente todos los aspectos de la educación pueden integrarse potencialmente en una plataforma digital o en un sistema de gestión del aprendizaje (SGA). Estas plataformas ofrecen importantes oportunidades para atraer y conectar la enseñanza. La percepción convencional de las plataformas como meras "herramientas" neutrales e intercambiables está siendo cuestionada por los estudiosos de los medios digitales. Cada vez examinan más cómo el hardware y el software interactúan entre sí, con las personas y con la sociedad en general. Este enfoque va más allá de la educación y abarca diversos aspectos de la vida moderna.
Plataformas digitales como Uber, Facebook, YouTube, WhatsApp, Amazon, Spotify y OkCupid han transformado significativamente la forma en que realizamos actividades como comprar y vender bienes, viajar, conectar con otras personas e incluso establecer relaciones románticas. Las plataformas se han convertido en una parte tan integral de la vida contemporánea que algunas personas se refieren ahora a nuestra era actual como la "sociedad de las plataformas". Este término pone de relieve el papel fundamental que desempeñan las plataformas en la configuración de nuestras experiencias e interacciones cotidianas.
Otra faceta importante de la alfabetización digital es capacitar a las personas para evaluar críticamente los contenidos en línea, identificar la desinformación y proteger su información personal.
En la era de la abundante información en línea, es fundamental evaluar la credibilidad y exactitud de las fuentes antes de aceptarlas como fiables. Emplear estrategias como cruzar la información y contrastar los hechos con fuentes acreditadas puede ayudar a garantizar la fiabilidad de la información encontrada en Internet.
son primordiales para salvaguardar los datos personales y las cuentas frente a las ciberamenazas. Entre los consejos clave para mejorar la privacidad en línea se incluyen el uso de contraseñas seguras y únicas, la precaución a la hora de compartir información personal en línea y la actualización periódica de la configuración de privacidad para controlar la información que se comparte.
Reconocer y comprender las amenazas comunes en línea: es igualmente crucial. Esto incluye ser consciente de los intentos de phishing, el malware y las tácticas de ingeniería social destinadas a explotar vulnerabilidades. Adoptar medidas preventivas como instalar un software antivirus de confianza, ser cauteloso con los enlaces y correos electrónicos sospechosos y mantenerse informado sobre los riesgos potenciales puede ayudar a mitigar estas amenazas y mejorar la seguridad en línea en general.