TEMA 5: Marco jurídico y reglamentario

Los nuevos avances tecnológicos de las últimas décadas han transformado el funcionamiento y la estructura de la esfera pública democrática, especialmente en el contexto de las campañas de desinformación y propaganda que pretenden manipular la opinión pública. Teniendo en cuenta estas amenazas, en la UE han surgido iniciativas legislativas y de autorregulación tanto nacionales como internacionales. Esta sección explorará el objetivo legal de combatir la desinformación en general y los medios sociales en particular, incluyendo su lugar y la responsabilidad asumida en el ordenamiento jurídico.

De hecho, las plataformas de medios sociales, así como las redes sociales, no pueden supervisarse con los mismos instrumentos que los medios de comunicación de masas tradicionales organizados de forma centralizada. Este vacío de control ha permitido rápidas innovaciones en consonancia con el modelo de negocio y los intereses de dichas plataformas. Si bien el contenido ubicuo apenas puede controlarse, la arquitectura de esta comunicación, es decir, los algoritmos y el flujo de datos, sí debería hacerlo.

Antes de entrar en las especificidades de la nueva normativa contra la desinformación, entendamos el impacto de la desinformación, la información errónea y la propaganda en los derechos humanos.

El impacto de la desinformación y la propaganda sobre los derechos humanos se divide en dos categorías principales:

(1) impacto sobre la protección de datos, la privacidad, la dignidad humana y la autonomía. Los datos personales son la moneda y el combustible que mantienen en movimiento los negocios y la innovación. Los modelos de negocio impulsados por los datos parecen seguir ampliando el suministro de datos que garantizan las gigantescas plataformas digitales, que experimentan con la aplicación de la IA y el aprendizaje automático a partir de las gigantescas bases de datos personales que controlan. La experimentación con las reacciones psicológicas de masas de personas debería regularse o descartarse, de forma similar a la experimentación biológica.

(2) violación de los derechos de libertad de expresión y del derecho a buscar y recibir información. Para tener un discurso vivo y racional, la libertad de los medios de comunicación, la libertad de expresión individual y el derecho a recibir información son igualmente necesarios. El entorno mediático actual ofrece a los individuos la posibilidad de expresar sus ideas en todas las instancias posibles; en este sentido, el pluralismo de ideas es abrumador. Este volumen abrumador de información hace que la navegación y el acceso a información fidedigna sea una tarea difícil.

El marco regulador más reciente lanzado por la UE en 2024 es la Ley de Servicios Digitales (DSA), cuyo principal objetivo es crear un espacio digital más seguro en el que se protejan los derechos fundamentales de todos los usuarios, y establecer un ámbito que fomente la innovación, el crecimiento y la competitividad. Se trata del conjunto de marcos normativos más completo realizado por los gobiernos para combatir la desinformación. Este marco jurídico garantiza la seguridad de los usuarios en línea, establece una gobernanza con la protección de los derechos fundamentales en primer plano y mantiene un entorno justo y abierto en las plataformas en línea.

Dado el carácter transfronterizo de Internet, la cooperación internacional es esencial para hacer frente con eficacia a la propagación de la desinformación y la información errónea.  Los acuerdos y colaboraciones multilaterales permiten a los países compartir las mejores prácticas, coordinar los esfuerzos de aplicación de la ley y exigir responsabilidades a los malos actores en todas las jurisdicciones. Una de estas acciones es el Sistema de Alerta Rápida (RAS), un elemento importante del enfoque general de la UE para abordar la desinformación y es uno de los cuatro pilares del Plan de Acción contra la Desinformación aprobado por el Consejo Europeo en diciembre de 2018. Consulte la infografía a continuación para obtener más información:

Al comprender y aplicar estos marcos jurídicos y normativos, los responsables políticos, las organizaciones de medios de comunicación, las empresas tecnológicas y los particulares pueden colaborar para mitigar los efectos nocivos de la desinformación, la información errónea y las noticias falsas, fomentando así una sociedad más informada y resistente.

Vea el vídeo para comprender mejor la Ley de Servicios Digitales de la UE.